Nadie sabe con exactitud cuándo o por qué se fundó Braunschweig, pero sí se sabe que creció hasta convertirse en una de las ciudades más importantes y tumultuosas de la Alemania medieval, y fue uno de los nueve miembros finales de la prestigiosa Liga Hanseática. Años más tarde, la Segunda Guerra Mundial dejó la ciudad casi totalmente destruida. Solo una décima parte del centro quedó en pie. Hoy en día, Braunschweig está dominada por una arquitectura de la posguerra apta para automóviles y solo quedan unas pocas estructuras medievales.
Sin embargo, los sitios y las estructuras medievales que quedan cuentan la historia de la importancia y la influencia de Braunschweig en la Edad Media. Enrique el León construyó la Catedral St. Blasii y el Castillo Dankwarderode. La estatua del león en el castillo fue el primer monumento independiente de la Edad Media (hay una réplica en el exterior de la iglesia). La sala Gewandhaus revela el poder de las asociaciones en el siglo XIII.
Braunschweig ofrece muchos centros culturales para ver y muchas actividades artísticas para realizar. Un sitio único es la Casa Rizzi, un edificio de oficinas diseñado por el artista James Rizzi, que parece como si hubiera salido directamente de un dibujo animado. Otro punto destacado es el Museo Judío, que se encuentra entre los más antiguos del mundo y ofrece una exposición fascinante.
En la actualidad, la ciudad también es famosa por su gran variedad de opciones de compras centradas en las concurridas calles. Para obtener una experiencia más auténtica, dirígete a Magniviertel, que no solo es la única zona que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, sino que también alberga una gran cantidad de pequeñas tiendas de libros, arte y comida.
La ciudad cuenta con uno de los distritos de luz roja más antiguos de Europa. Si eres curioso, pero no quieres acercarte demasiado, puedes observarlo a través de las puertas en Bruchstrasse.
Braunschweig se puede recorrer con facilidad a pie, ya que las áreas comerciales del centro son zonas exclusivas para peatones. Sin embargo, si quieres desplazarte un poco más lejos, el transporte público es confiable y te lleva a cualquier sitio dentro de los límites de la ciudad.